Insomnio: cuando el cuerpo quiere descansar pero la mente no lo permite

 


Insomnio: cuando el cuerpo quiere descansar pero la mente no lo permite


Dormir es una necesidad básica, casi tan vital como comer o respirar. Sin embargo, para muchas personas, el sueño se convierte en una batalla cotidiana. El insomnio no es solo la dificultad para dormir: es una experiencia desgastante que afecta el ánimo, la atención, la salud física y las relaciones.


¿Qué es el insomnio?


Desde un enfoque clínico, hablamos de insomnio cuando hay dificultades para iniciar o mantener el sueño, o cuando el sueño no es reparador, al menos tres veces por semana, durante más de un mes. Pero en la práctica, lo que se escucha en los consultorios son frases como:


“Me acuesto cansado, pero no me duermo.”


“Me despierto mil veces a la noche.”


“Apenas amanece y ya estoy con los ojos abiertos, como si el cuerpo tuviera miedo de relajarse.”



Causas posibles


El insomnio puede tener múltiples orígenes:


Estrés y ansiedad: la mente no se apaga, repasa el día, anticipa problemas o revive escenas difíciles.


Hábitos inadecuados: pantallas hasta tarde, consumo de cafeína, siestas prolongadas.


Condiciones médicas o psiquiátricas: dolor crónico, depresión, trastornos de ansiedad.


Factores contextuales: cambios de rutina, turnos rotativos, crisis personales o económicas.



Consecuencias invisibles (pero reales)


El insomnio va más allá del cansancio. Afecta la memoria, la regulación emocional, la tolerancia a la frustración y puede ser un desencadenante de síntomas depresivos. También puede generar una relación tensa con la cama: el dormitorio deja de ser un espacio de descanso y se convierte en un escenario de lucha interna.


¿Qué podemos hacer?


No existe una fórmula mágica, pero sí hay herramientas eficaces:


Rutinas consistentes: acostarse y levantarse a la misma hora, incluso los fines de semana.


Higiene del sueño: limitar el uso de pantallas antes de dormir, evitar cenas pesadas y reducir estimulantes.


Terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I): una de las estrategias con mayor evidencia, que ayuda a cambiar pensamientos disfuncionales sobre el sueño y conductas contraproducentes.


Tratamiento de causas subyacentes: si hay ansiedad, depresión, duelo o situaciones de vida difíciles, abordarlas terapéuticamente es fundamental.



Un mensaje final


El insomnio no es solo un problema de sueño, es un síntoma que muchas veces habla de algo más profundo. Escucharlo, darle lugar y abordarlo con seriedad puede ser el primer paso para recuperar no solo el descanso, sino también el equilibrio.




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